Por Edmundo Cruz
La compra de la línea editorial de los medios de comunicación en los noventa no solo está registrada en los videos de la salita del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). También hubo contratos que, además de consignar las cuantiosas sumas de dinero, detallan las condiciones que el exasesor de Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos, impuso a los directivos de la prensa concentrada, con total sometimiento.
Tuve acceso a las copias de este contrato en mi condición de periodista de investigación. A dos décadas de los hechos, consigno en las siguientes líneas el contenido íntegro del documento que firmaron los hermanos Mendel Winter Zuzunaga y Samuel Winter Zuzunaga, ambos directivos de Radio Difusión S.A. Frecuencia Latina en 1999, quienes posteriormente fueron condenados como cómplices de peculado y coautores del delito de asociación ilícita para delinquir en agravio del Estado en 2004.
El documento es un contrato de locación de servicios que consta de tres páginas, cuya firma entre las partes se realiza el 6 de noviembre de 1999; es decir al inicio de la nueva campaña de Alberto Fujimori para una segunda reelección. Además, en el contrato establecieron el 9 de abril de 2000 como fecha de vencimiento, día de las elecciones generales en primera vuelta.
Tal como ocurre en el contrato con los exdueños de Canal 4 América Televisión, Vladimiro Montesinos se identifica como “El Contratante”. En cambio, los hermanos Winter si consignan sus datos de identidad y en adelante se les denomina “El Canal”. El exasesor de Inteligencia, Montesinos, pagó la suma de quinientos mil dólares americanos (US$ 500,00.00), a cambio de controlar en su totalidad la línea editorial de Frecuencia Latina.
El pacto de la vergüenza
Mendel Winter Zuzunaga y Samuel Winter Zuzunaga, presidente y vicepresidente de Frecuencia Latina en aquel año, no dudaron en poner a la venta toda la línea editorial de su medio periodístico y a sus periodistas bajos las disposiciones de la dictadura de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos.
En una parte del contrato se enumeran una serie de obligaciones que “El Canal” debía realizar sin objeción alguna.
Montesinos les imponía no difundir “avisos políticos de ninguna índole” de los candidatos a la presidencia y el Congreso en la campaña electoral del 2000. Tampoco de agrupaciones políticas, partidos o movimientos políticos, a menos que “El Contratante” así lo decidiera.
El exasesor buscaba el poder absoluto sobre los contenidos y hasta de las opiniones que los periodistas del canal emitían en sus programas. Entrevistas, debates y reportajes a otros candidatos en la campaña del 2000 eran vetados, si antes no pasaban el filtro de “El Contratante”, según el documento.
Los hermanos Winter también aceptaron que los titulares de los noticieros que se emitían de lunes a sábado en Frecuencia Latina sean “coordinados y aprobados” por “El Contratante”. Las revisiones debían hacerse de manera diaria antes de ser propalados a nivel nacional, mientras que “El Canal” estaba obligado a incluir los temas que Montesinos le dictaba para sus programas noticiosos.
En el contrato, Montesinos pone un mayor énfasis en uno de sus programas considerados de investigación periodística de mayor alcance a fines de los noventa, Contra Punto. En el documento se lee: “El Contratante” dispondrá del tiempo que sea necesario para desarrollar los contenidos y titulares que estime conveniente en el programa dominical CONTRA PUNTO, cuya ejecución estará a cargo de “El Canal””.
Incinerar las pruebas
Montesinos intentó ser cauteloso con los documentos que hizo firmar a los hermanos Winter, incluso con sus formas de pago. Cada fin de mes, el exasesor debía cumplir con entregar el dinero acordado a su cliente; es decir a los Winter, y para ello les entregaba una letra de cambio hasta efectuar el pago. Luego, dicho comprobante de pago debía ser incinerado.
Similar tratamiento se dio con la firma del contrato de servicios. En el documento dice expresamente que solo se haría una copia del contrato, tras la firma inicial, y que quedaba en manos de Montesinos, “El Contratante”. Durante la caída del régimen también pude acceder a las copias de los recibos de pago y comparto aquí uno de estos documentos:
A continuación, publico el documento del contrato completo, con el fin de que los lectores cotejen la información que allí se registra sobre el control hegemónico por parte del régimen de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos de los medios, en la etapa electoral de fines de los años noventa. Estos hechos nunca más se deben volver a repetir.
El contrato con Frecuencia Latina:
Periodistas dignos , honran a su patria…….en los ‘90 igual ahora en el bicentenario. Los que se venden deshonran a su familia…..
La inmundicia de los 90’s hoy de nuevo presente. Ahora se han reinventado con la modalidad de la «publicidad espontánea». Ahora han llegado al nivel de justificar un golpe de estado si no gana Keiko.
Estos materiales deberían ser de divulgación pública y formar parte del plan curricular en los cursos que se dictan en Secundaria (Desarrollo personal, ciudadanía y cívica y Ciencias Sociales), para inculcar en nuestros estudiantes los principios de honestidad y justicia. Buen aporte, señor Cruz.