Por Edmundo Cruz
Año 2000. Eran los días más oscuros de la dictadura. Alberto Fujimori aspiraba a una fraudulenta re-reelección y para ello necesitaba del apoyo de los medios de comunicación. No se trataba, sin embargo, de un apoyo gratuito. Luego de la difusión del video de Kouri-Montesinos, ocurrido el 14 de setiembre, el régimen empezó a caer y el país vio también, con asombro, imágenes de dueños de medios desfilando por la salita del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), para recibir fajos de dinero del tesoro público.
El régimen necesitaba de los medios. Y no fue exactamente un apoyo. Fue complicidad.
Lo que viene a continuación es el contenido íntegro del contrato firmado por los exdueños de Canal 4 América Televisión con Vladimiro Montesinos, al cual accedí como periodista de investigación de La República.
Parte de esta información fue publicada en La República, en la edición impresa del lunes 19 de febrero del 2001. Han pasado dos décadas. Vuelvo a revisar estos documentos y quedan muchas reflexiones que, al parecer, no hemos procesado como país.
Si en aquella ocasión la ciudadanía peruana, en forma mayoritaria, expresó su indignación al ver los vladivideos con los dueños de medios importantes, el contenido de los contratos ayuda a conocer con mayor detalle el nivel dramático de subordinación. Un patrón de comportamiento que nunca más se debe repetir.
“El Contratante”
El siguiente contrato tiene tres páginas y data del 7 de noviembre de 1999. Fue firmado en plena campaña de Alberto Fujimori para la nueva reelección presidencial. En el documento solo aparece la identidad del representante de Canal 4 América Televisión: José Francisco Crousillat Carreño, a quien en adelante se le llamará “El Canal”.
Pero la otra parte solo aparece como “El Contratante”. Es decir, en el documento se optaba por mantener en la oscuridad el nombre de la persona que firmaba en representación del régimen de Alberto Fujimori.
Con el tiempo se llegaría a conocer que “El Contratante” era nada menos que Vladimiro Montesinos. En el documento solo se menciona que se evita dar con su identidad “por razones estrictamente de confidencialidad”. Y se agrega que esta omisión “no enerva el valor legal de este documento”.
Millonarios pagos
El contrato fue suscrito por un plazo específico, del 7 de noviembre de 1999 al 9 de abril de 2000, fecha de las elecciones generales. Y luego se prolongó para meses de la segunda vuelta.
Durante este plazo, las partes acordaron que “El Canal”, léase Canal 4 América Televisión, “recibirá la suma de un millón quinientos mil dólares americanos (US$ 1’500,00.00), monto que le será entregado dentro de los cuatro primeros días hábiles de cada mes y por el cual se firmará el recibo pertinente”.
La cláusula cuarta
Además del monto, el extremo más revelador de estas páginas corresponde a la cláusula cuarta, donde se establecía las obligaciones del canal, a cambio del millonario pago. En buena cuenta, el canal quedaba íntegramente sometido a las decisiones de Vladimiro Montesinos, el asesor que operaba para asegurar la nueva elección de Alberto Fujimori. ¿A qué se comprometía el canal? A continuación, copio los párrafos en forma literal:
– No admitir ni pasar ninguna propaganda política directa o indirectamente, a menos que sea dispuesta por “El Contratante”.
– No pasar avisos políticos de ninguna índole de los candidatos a la Presidencia de la República, el Congreso de la República o a cualquier cargo en la Campaña Electoral para el año 2000, a menos que “El Contratante” lo solicite explícitamente.
– No promover directa o indirectamente la imagen de ninguna agrupación política, partido movimiento político ni de sus dirigentes o representantes sin la aprobación por escrito de “El Contratante”.
– No hacer ni pasar entrevistas, debates ni reportajes a candidatos a la Presidencia y/o Congreso de la República sin la aprobación escrita de “El Contratante”.
– No emitir ningún otro programa con contenidos que reflejan explícita o implícitamente a temas políticos sin que estos sean aceptados y/o aprobados por “El Contratante”.
Subordinación de los noticieros
En los siguientes párrafos, Vladimiro Montesinos consigna términos aún más específicos sobre los programas periodísticos de Canal 4 América Televisión. Es decir, José Francisco Crousillat Carreño, a cambio de los millonarios pagos efectuados en la sombra, también se comprometía, literalmente, a lo siguiente:
– Propalar noticieros en sus horarios habituales de lunes a sábado y sacar al aire un programa político los días domingos en el horario de las 20.00 horas, empezando la primera quincena del mes de enero del año 2000, cuyo contenido y titulares serán coordinados y aprobados por “El Contratante”:
– Revisar diariamente con “El Contratante” el contenido de todos los titulares y todos (los) programas noticiosos antes que estos sean propalados a nivel nacional, debiendo incorporar las observaciones que “El Contratante” considere necesarias así como incluir los temas que éste decida en dichos noticieros.
Productor de “Laura en América”
Si bien el contrato abarcaba toda la programación, Vladimiro Montesinos y José Francisco Crousillat Carreño dejaron también términos específicos para el programa “Laura en América”. El contrato establecía lo siguiente:
– Durante cada emisión del Programa “Laura en América”, “El Contratante” dispondrá del tiempo que sea necesario para desarrollar los contenidos que estime conveniente.
Mordaza total
Finalmente, Vladimiro Montesinos también se permitió fijar reglas respecto a lo que podían declarar o no el personal contratado por entonces por el Canal 4. El documento establecía en los párrafos finales de la cláusula cuarta que el canal tenía que “responder por las declaraciones que emita su personal a través de otros medios informativos, televisivos o radiales que no sigan los lineamientos del presente contrato”.
Por otro lado, José Francisco Crousillat Carreño se obligaba a reunirse las veces que resulte necesario con Vladimiro Montesinos, para garantizar el cumplimiento del contrato. Algo más: en la octava cláusula, fuer agregado lo siguiente: “‘El Contratante’ podrá ejercer durante la vigencia de este contrato, el derecho de veto sobre la participación de cualquier comentarista o periodista del canal”.
Lo siguiente es historia conocida. José Francisco Crousillat fue sentenciado con su padre, José Enrique Crousillat, por la venta de la línea editorial de Canal 4 América Televisión al régimen de Fujimori y Montesinos.
Revisa a continuación el texto íntegro del contrato de sujeción de Canal 4 América Televisión de los años de la dictatura, al servicio del régimen de Alberto Fujimori: